El crecimiento de las compras ‘online’ ha colisionado frontalmente con la ‘burbuja’ de precios que se había desatado en los alquileres de las grandes superficies comerciales en EEUU. La reciente adquisición de la minorista Whole Foods por el ‘gigante’ de Jeff Bezos -que por instantes ha sido el hombre más rico del mundo- ha desatado el ‘pánico’ en bolsa entre los ‘REITs’ americanos.
El problema de que Amazon se haya convertido en una amenaza real para el comercio minorista va mucho más allá del simple cierre de algunas tiendas. Podría cambiar, incluso, la fisionomia de las ciudades estadounidenses en las que muchos barrios se han construido alrededor de grandes superficies comerciales, los denominados mall estadounidenses. Ahora bien, pensar que la compra de Whole Foods por parte del gigante propiedad de Jeff Bezos ha sido el detonante es alejarse demasiado de un proceso que ya era una realidad en EEUU, aunque sí justifica que desde el pasado 16 de junio -momento en el que se hizo pública la operación por valor de 14.000 millones de dólares- hayan saltado las alarmas y muchos medios yankees hablan ya del apocalipsis del retail.
Entonces, ¿llevará Amazon a la quiebra a todos los centros comerciales? No. Sencillamente, cerrarán los peores -localizaciones más alejadas y menores ingresos-, pero la clase prime sobrevivirá. Es lo que aseguran desde Barclays que hablan de centros comerciales cotizando, en promedio, con un descuento del 25 por ciento sobre su NAV (valor neto de los activos).
Los consumidores se quedan en casa
En la era Amazon los centros comerciales tienen dos opciones: renovarse o morir. Hay una tendencia reinante en EEUU acerca de que los malls deben reconvertirse en lugares de ocio, porque las compras ya se hacen desde casa. Y es solo el inicio de la historia. Los expertos de Crédit Suisse lanzaron en el mes de mayo un informe demoledor para los minoristas americanos, en el que hablaban de que, en el plazo máximo de una década, un 40 por ciento de las compras en EEUU se harían por Internet, con una caída del ROI (retorno de la inversión) importante para los REIT, que terminarán teniendo un solo inquilino en sus macroespacios comerciales. Esto es, en definitiva, lo que estaría buscando Amazon. Tal es la disrupción que se espera del gigante de la distribución online que muchos gestores españoles reconocen abiertamente que, a la hora de seleccionar una compañía, miran, además de sus cuentas y sus expectativas, si está en la esfera de influencia de Amazon. Aunque puede que no sea tan malo todo como lo pintan.
«Claramente, la firma estadounidense ha elegido comprar en lugar de construir y lo ha hecho a través de una cadena de alimentación con tiendas muy bien ubicadas», analizan desde Citi, quienes no creen que Bezos se haya gastado 14.000 millones de dólares «solo para cerrar sus tiendas». El futuro pasa, sugieren, por comprar desde el ordenador todo lo que se quiera y recogerlo en almacenes que tendrán un solo propietario.
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